Rice, black beans and a chile poblano are always delicious, more so when I am having them for breakfast with my friend Tina, with live music in the background partly drowned by the hustle and bustle of “ El Mercado de San Felipe “ in Teziutlan, Puebla. Tina and I were on our way from the city of Puebla to Hueyapan – where Tina was born – to visit Doña Mary. Shortly after breakfast, we hopped on a minibus that after many stops dropped us at El Zocalo of Hueyapan - a town full of tradition, culture and magic. We walked to Doña Mary’s home who was expecting us. She greeted us at the door with a warm and welcoming smile. Her face radiated an inner strength and happiness, which immediately drew me to her and left an indelible mark in my memory. That day Doña Mary shared with us her knowledge of organic colors, and her dyeing processes. From her home we walked to the greenhouse where she and her daughters showed us how they harvest cochineal.
On our way back to El Zocalo to meet Tina’ s family, I asked Doña Mary who had taught her all those skills, with a big smile she answered “ My abuelita of course, who else ” a tradition that she passes on to her grandchildren. The chitchat of five women laughing and sharing experiences in a magic town in La Sierra de Puebla is a memorable moment. Late in the evening after we ate “ carnitas, chiles, tortillas and sodas “ for dinner, Tina and I boarded a bus on our way back to the city of Puebla. This extraordinary day cemented the friendship that Tina and I have: a friendship that started with our passion for the Red Color of Cochineal
Arroz, frijoles negros y un chile poblano son siempre deliciosos, pero son aun mas cuando se desayunan con mi amiga Tina con la música ranchera en el fondo y el bullicio del“ Mercado de San Felipe “ en Teziutlan .Tina y yo estábamos en camino de la ciudad de Puebla a Hueyapan, Puebla - donde Tina nació-para visitar a Doña
Mary . Poco después del desayuno nos subimos en una combi que después de muchas paradas nos dejo en el Zocalo de Huayapan- un pueblo lleno de tradición, cultura y magia. Caminamos a la casa de Doña Mary que ya nos esperaba . Nos recibió en la puerta con un sonrisa calurosa y acogedora . Su cara radiaba una fuerza interna y felicidad que inmediatamente me atrajo hacia ella y se me quedó grabada en la memoria. Ese día Doña Mary compartió con nosotros sus conocimientos de colores y los procesos usados por ella para teñir . De su casa caminamos al invernadero donde ella y sus hijas nos enseñaron como cosechan la cochinilla. De regreso al Zocalo donde nos íbamos a encontrar con la familia de Tina, le pregunté a Doña Mary quien le había enseñado tantas cosas , con una gran sonrisa me contestó “ Pos mi abuelita , quien mas ? una tradición que ella pasa a sus nietos. El cotorreo de cinco mujeres riendo y compartiendo historias de la vida, en un pueblo mágico de Puebla , es un momento feliz que guardo en mi memoria. Después de merendar “ carnitas, chiles, tortillas, salsas y sodas” , Tina y yo regresamos por autobús a la ciudad de Puebla . Ese día extraordinario cementó la gran amistad que Tina y yo tenemos : una amistad que empezó con nuestra pasión por el Color Rojo de la Cochinilla .
Cochineal Dye in process Tine de Cochinilla en Process Photo by Elena Osterwalder , No reproduction is allowed without permission from the author.
Cochineal Dye , Tinte de Cochinilla. , Photo by Elena Osterwalder No reproduction is allowed.
Doña Mary " Smile. Pahuatlan , Puebla Edo de Mexico La Sonrisa de Doña Mary
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